LA LENTITUD ES UNA BARRICADA

LA LENTITUD ES UNA BARRICADA

Tenía muchas ganas de aprender a hacer cerámica, de manera que busqué el modo. Después de ocho años asistiendo a la escuela de La Moncloa en Madrid, y de pasar por talleres con diferentes profesores, creo que puedo decir que empiezo a tener un lenguaje cerámico con el que expresar mi obra.

La cerámica es lenta. No puedes acelerar los procesos de secado, ni de humedad o endurecimiento del barro. Se rige por leyes naturales mucho más orgánicas que las que hemos impuesto los humanos. Y eso hace que el ceramista entre en un ritmo, en una comunión con los materiales y los procesos, muy gratificante.

Una manera de hacer despacio en un mundo que anda muy deprisa.

Para ver otras colecciones de cerámica pincha aquí.